El Draft NBA, a fondo: Hoy 28/6 es el sorteo en NY
De la pàgina española www.acb.com extraemos esta nota que nos pone al dìa sobre la elecciòn del Draft 2005 a realizarse hoy mièrcoles 28 de junio en Nueva York.
Ésta es la noche del draft, el día de la lotería, cuando 60 jóvenes plenos de talento conocerán cuál es su destino; posición y equipo, dinero y esperanza. Se presenta el draft más incierto de los últimos años: LaMarcus Aldridge es la apuesta más probable para el número 1, pero nadie descarta al italiano Andrea Bargnani, a Adam Morrison o Tyrus Thomas. La decisión, en las manos de los Raptors. También es una incógnita qué franquicia se hará con los servicios de Sergio Rodríguez; saldrá entre los puestos 16 y 27, presumiblemente. Luis Fernández, experto en el draft NBA, analiza para ACB.COM todos los entresijos del evento de esta noche: nombres a seguir, las posibilidades de Sergio...
El 28 de Junio es la cita. Se celebra el draft de la NBA en el Madison Square Garden de Nueva York. La NBA se reparte el talento mundial entre sus 30 franquicias. Nadie quiere perderse la próxima sensación baloncestística... pero en este draft no parece sencillo identificarla.A la caza del jugador franquiciaEs lo primero que cualquier aficionado se plantea, y lo que los equipos más ansían: ¿surgirá alguna gran estrella en este draft? Es el trofeo más cotizado, ese jugador que pueda hacer cambiar el rumbo de una franquicia y marcar su andadura en los próximos años.Si bien las garantías no existen en este mundo (que se lo pregunten a los Celtics después de su elección en 1986 del malogrado Len Bias), sí hay promesas que aterrizan en la NBA con el general convencimiento de que están llamadas a marcar diferencias.
La infantilización del draft ha hecho de estos jugadores piezas más difíciles de encontrar, pero siguen apareciendo con cierta frecuencia. El ejemplo más claro y nítido es LeBron James.Desgraciadamente, este draft no parece disfrutar de ningún ejemplar de un calibre remotamente similar. Ningún jugador en concreto apunta a jugador franquicia, aunque por supuesto, nunca se puede descartar que con el tiempo no emerja alguno.
Todos los ojos puestos en Sergio Rodríguez
Lógicamente desde España la atención se centra en la última perla de nuestra productiva cantera, Sergio Rodríguez.Sergio todavía echa de menos un punto de madurez, y viene de una temporada tremendamente irregular, finalizada, eso sí, a gran nivel. Sin embargo, atesora un talento de tal dimensión, prácticamente sin parangón en este draft, que le convierten en un jugador muy atractivo para cualquier equipo con un mínimo de sentido del riesgo y vocación ofensiva. Hablamos de, fácilmente, el base con mayor potencial de entre los elegibles.El canario ha hecho los deberes con varios entrenamientos privados, trabajando para los Suns, Bulls, Celtics, Lakers, Grizzlies, Kings y Cavaliers. Excepto los Celtics, que eligen en el puesto número 7, el resto de los equipos se mueven entre el puesto 16 de los Bulls y la 27 de los Suns, definiendo con precisión el rango más probable en el que acabará elegido Sergio, aunque el previsible baile de traspasos pueda alterar las cuentas.
Incertidumbre sin precedentes
La falta de proyectos referenciales en este draft ha traído como consecuencia una enorme incertidumbre en los puestos de cabeza. Es difícil recordar una edición del draft tan complicada de pronosticar como la que nos ocupa. Normalmente, varias de las primeras elecciones se convierten en vox populi con semanas e incluso meses de antelación. Este año no hay certezas ni consenso, y el constante rumor de traspasos de elecciones altas multiplica las posibles combinaciones.Hasta cuatro jugadores son considerados serios candidatos a encabezar la lista de elegidos en la noche del 28 de Junio: Andrea Bargnani, Adam Morrison, LaMarcus Aldridge (favorito de última hora, una cabeza por delante del resto de rivales) y Tyrus Thomas.
El italiano Bargnani podría convertirse en el primer jugador europeo en ser elegido en el número uno del draft si así lo considera Bryan Colangelo, el manager general de los Toronto Raptors. Más allá de que haya aterrizado en el equipo el ya ex-manager de la Benetton Treviso Maurizio Gherardini como su principal ayudante, lo cierto es que el arquitecto de los actuales Phoenix Suns parece tener debilidad por las posibilidades del ala-pívot trevisano.No es para menos. Con sus 2,13 de altura, gran planta física, sorprendente rapidez y gran coordinación, Bargnani hace cosas sobre la pista de baloncesto que se suponen vedadas para el grueso de los jugadores de su estatura. Excelente tirador, impresiona la velocidad con la que ataca a sus rivales tras poner el balón en el suelo, además de mostrar potencial como jugador al poste.
Aunque no cotiza tan alto en la mayoría de las franquicias, seguramente más escépticas sobre su adaptación al muy físico juego de la NBA, todo apunta a que Andrea oirá su nombre entre los diez primeros pronunciados por David Stern, especialmente tras su brillante actuación en las finales de la Lega.En contraste con el cariz más arriesgado que representa la elección del italiano, Adam Morrison promete creíblemente ser un muy buen anotador en la NBA, y de hecho parece encabezar las preferencias de gran parte de los que toman decisiones.Impresionante tirador, el ex de Gonzaga es un jugador inteligente y con carácter que muestra una tremenda habilidad para buscarse sus puntos, como así demostró liderando en anotación la NCAA este año, además de un carismático líder que encarna le enésima esperanza blanca de los estadounidenses, huérfanos de una figura referencial W.A.S.P. desde Larry Bird (el perfil de otro Zag como John Stockton nunca dio para reverencias de similar dimensión).
Así todo, la limitada capacidad atlética de este alero de 2,02, unida a su discreta defensa, plantean algunas dudas respecto a su verdadero potencial como gran estrella profesional.A los Raptors les vendría bien una referencia anotadora en las alas como Morrison, pero sus opciones como número uno del draft incluso aumentarían si esa elección cambiase de manos en algún traspaso. De cualquier manera, se espera que no baje de la cuarta posición donde elige Portland. Los Blazers parecen ser uno de los equipos más interesados en Morrison, quien supone el vehículo perfecto para la reconciliación de la franquicia de Oregon con sus aficionados toda vez que éste se ha convertido en un ídolo en la zona noroeste del país.
También los Charlotte Bobcats, que en su corta andadura se han labrado una reputación de elegir a universitarios de probada categoría (caso de Okafor, Felton o May), parecen tener a Morrison entre sus principales preferencias con su número tres.A simple vista, la elección más lógica para Toronto quizás fuera LaMarcus Aldridge, que además en las últimas horas ha tomado fuerza. Como media NBA, los Raptors buscan un center que apuntale su juego interior. Aldridge es un jugador que puede cumplir con el perfil toda vez que gane algo de cuerpo, ya que es un jugador alto y ciertamente atlético con un juego al poste y de media distancia muy efectivo. También tendría mucho sentido su aterrizaje en Chicago en el segundo puesto, ya que la franquicia de Illinois adolece de anotación interior.
Tyrus Thomas se presenta como la alternativa menos probable en estos momentos para encabezar el draft. Este portento físico que apenas supera los dos metros de altura pero que tiene unos tobillos prodigiosos para despegar del suelo, todavía tiene por delante un incierto proceso de maduración que le haga trascender de atleta a jugador de baloncesto. Tanto los Bulls en el número dos, como los Trailblazers en el cuatro o los Hawks en el cinco necesitan ayuda en la pintura y podrían considerar su elección.
Alumnos aventajados
Entre toda esta incertidumbre, parece haber emergido un grupo de ocho jugadores que probablemente acaben entre las diez primeras posiciones en el draft. Además de los cuatro candidatos al primer puesto ya reseñados, otros cuatro jugadores completan esta avanzadilla del grupo de elegibles. Rudy Gay partía a principios de temporada como uno de los claros candidatos a número uno, pero su cuestionable entrega y agresividad vistiendo la camiseta de Connecticut parece haberle dejado fuera de la carrera por el primer premio. De todas formas, se trata de un alero muy alto, de impresionante capacidad atlética, y con una muy estética y efectiva suspensión de media y larga distancia.
Está brillando en los entrenamientos privados (tiene las condiciones idóneas para ello) y su techo posiblemente se encuentra en el número tres que disfrutan los Charlotte Bobcats. Muchos menos interrogantes produce Brandon Roy, quizás el jugador que más admiración despierta en este draft. Escolta completísimo y todo inteligencia, es un verdadero lujo disfrutarle en acción, y un seguro para cualquier equipo que elija. De nuevo los Bobcats parecer ser su techo en el draft con el número tres.
El gran beneficiado por el título de los Miami Heat puede ser Randy Foye, el jugador más comparado con el flamante MVP de las finales Dwyane Wade. Algo más bajo que el escolta de los Heat, Foye comparte una similar vocación anotadora materializada a través un juego agresivo atacando la canasta rival, así como una cierta indefinición posicional en el backcourt. Buen tirador, decente pasador, sólido defensor, carácter ganador, se espera que Foye oiga su nombre en la parte baja de este top-10.
Cierra el grupo el Blue Devil Shelden Williams, una muralla defensiva en la pintura. No es un jugador excesivamente alto, moviéndose alrededor de los 2,04, pero disfruta de una envergadura y fortaleza sobresalientes. Ofensivamente es mucho más limitado, pero puede anotar en el poste bajo. Ha circulado un rumor de que los Atlanta Hawks le habrían prometido su elección en el quinto puesto, pero no parece un escenario demasiado creíble toda vez que estará disponible en esa posición con casi total seguridad.
La herencia de Dwyane Wade
No solamente Randy Foye se beneficia de los éxitos de Wade. Las últimas tendencias arbitrales que no permiten usar las manos sobre el rival, además de facilitar el juego del hombre de los Heat, abre un filón para toda una serie de guards quizás no dotados de la altura que los equipos NBA buscan para sus escoltas, pero que disfrutan de gran capacidad atlética y viven de atacar a sus rivales, más allá de que también puedan disponer de un buen tiro a canasta.
Aparte del propio Foye, jugadores como Shannon Brown, Quincy Douby, Guillermo Diaz o Daniel Gibson podrían verse favorecidos por esta circunstancia. Lo cual viene, además, a alimentar un draft en el que se perfila la posición de escolta como las más prolífica.
No queremos niños
La buena suerte de Toronto en la lotería viene paradójicamente acompañada de notables dosis de mala fortuna. Además de la apriorística ausencia de hombres franquicia entre los jugadores elegibles, los Raptors han tropezado (más bien se han dado de bruces) con la puesta en vigor del límite de edad que impide a los chicos de instituto, así como a los jugadores internacionales en edad junior, declararse para el draft.
Esta circunstancia ha puesto a la enorme promesa Greg Oden, el hombre llamado a reinar bajo los tableros en años venideros, fuera de su alcance. Este portento físico (es un fortísimo siete pies de gran envergadura y capacidad atlética) encarna el sueño dorado de todo ejecutivo NBA, y hubiera sido la pareja de baile perfecta para Chris Bosh in la pintura del equipo canadiense.
Oden no viene solo; encabeza una muy buena generación de jugadores de instituto que la NCAA, muy necesitada de material estelar, recibirá con los brazos abiertos la próxima temporada, y que incluye talentos como Thaddeus Young o Kevin Durant.El nombre de estos jugadores sonará en futuras ediciones del draft, pero mientras tanto, el año 2006 se ha quedado cojo atrapado en medio del cambio normativo: de un lado no puede optar a los chicos que completan su ciclo de instituto este curso, pero tampoco a aquellos que se declararon elegibles en drafts previos amparados en el anterior convenio, lo cual alimenta la debilidad de esta edición.
El principal beneficiado de todo ello será, esperemos, el propio baloncesto. La NBA no necesita más niños con escasa formación en sus canchas. Un simple año de experiencia universitaria puede aportar una valiosa dosis de madurez que cualquier jugador, por bueno que sea, debería aprovechar.
Sabor internacional
Como viene siendo habitual en los últimos años, el draft de la NBA también apunta fuera de las fronteras norteamericanas, y a buen seguro que disparará numerosas veces a lo largo de sus dos rondas. Andrea Bargnani es el nombre estelar en esta edición, recuperando la figura del proyecto internacional de altos vuelos que antes encarnaron los Dirk Nowitzki, Pau Gasol o Yao Ming. Afortunadamente, el italiano ha sabido esperar para declararse elegible hasta haber alcanzado una cierta madurez como jugador en Europa, demarcándose de la peligrosa tendencia que ha venido empujando a numerosas y jovencísimas promesas a iniciar su particular aventura americana sin la adecuada preparación, caso de Nokoloz Tskitishvili, Andris Biedrins, Ersan Ilyasova, Martynas Andriuskevicius o Yaroslav Korolev, poniendo en peligro su formación como jugadores de baloncesto.
De cualquier manera, Bargnani no será el único internacional elegido en primera ronda. Ya hemos mencionado a un Sergio Rodríguez cuyo talento le hará acreedor de un puesto entre los 30 primeros.Y si Sergio encarna el riesgo del jugador genial, Thabo Sefolosha se muestra como una garantía de solvencia. Suizo de raíces sudafricanas y pedigrí artístico (pintora su madre, músico su padre), viene de completar una excelente campaña en la Lega italiana con el Angelico Biella, y disfruta de un perfil perfectamente adaptable a liga norteamericana. Escolta de 1,96 de altura, gran envergadura, muy atlético, gran manejador de balón y penetrador, buen pasador, mejorando en el tiro a canasta, excelente defensor, incluso buen reboteador, Sefolosha es un jugador de clase y mucha inteligencia, pero también trabajador.
Una apuesta bastante segura. Con muchas posibilidades de entrar en primera ronda también tenemos al senegalés Saer Sene, un increíble espécimen de enorme altura y envergadura, con un terrorífico potencial defensivo y reboteador, pero todavía en pañales a la hora de jugar con el balón. Su contrapunto lo marca Oleksiy Pecherov, un talentoso y versátil ala-pívot ucraniano que debe ganar en fortaleza y dureza.
La sorpresa podría venir de la mano del inglés Joel Freeland, un jugador semidesconocido hasta hace pocas semanas que jugó la pasada campaña en la liga EBA, pero que está emergiendo como una posibilidad al final de la primera ronda dado el gran potencial que muestra, y lo realizable del mismo. Se trata de un ala-pívot muy rápido y coordinado, intenso, y que muestra algunas interesantes habilidades, particularmente en el tiro.
Para equipos buscando inversiones a largo plazo.De todas maneras, lo más probable es que le veamos en segunda ronda, acompañando al alero alto brasileño Marcus Vinicios “Marquinhos” (no confundir con el ala-pívot del Valls) y al base israelí Yotam Halperin, un jugador todo clase. Otras posibilidades realistas, aunque no seguras, en segunda ronda son dos ala-pívot tiradores como el croata Damir Markota y el bielorruso Vladimir Veremeenko, así como el alero alto israelí Lior Eliyahu, el atlético y alocado escolta ruso Viktor Keirou, o el blando pero talentoso pívot serbio Kosta Perovic.
Luis Fernández
Director de Scouting Internacional en Draftexpress.com
Nelson Quiroz-Rojas
www.basquetbolnacional.blogspot.com
Ésta es la noche del draft, el día de la lotería, cuando 60 jóvenes plenos de talento conocerán cuál es su destino; posición y equipo, dinero y esperanza. Se presenta el draft más incierto de los últimos años: LaMarcus Aldridge es la apuesta más probable para el número 1, pero nadie descarta al italiano Andrea Bargnani, a Adam Morrison o Tyrus Thomas. La decisión, en las manos de los Raptors. También es una incógnita qué franquicia se hará con los servicios de Sergio Rodríguez; saldrá entre los puestos 16 y 27, presumiblemente. Luis Fernández, experto en el draft NBA, analiza para ACB.COM todos los entresijos del evento de esta noche: nombres a seguir, las posibilidades de Sergio...
El 28 de Junio es la cita. Se celebra el draft de la NBA en el Madison Square Garden de Nueva York. La NBA se reparte el talento mundial entre sus 30 franquicias. Nadie quiere perderse la próxima sensación baloncestística... pero en este draft no parece sencillo identificarla.A la caza del jugador franquiciaEs lo primero que cualquier aficionado se plantea, y lo que los equipos más ansían: ¿surgirá alguna gran estrella en este draft? Es el trofeo más cotizado, ese jugador que pueda hacer cambiar el rumbo de una franquicia y marcar su andadura en los próximos años.Si bien las garantías no existen en este mundo (que se lo pregunten a los Celtics después de su elección en 1986 del malogrado Len Bias), sí hay promesas que aterrizan en la NBA con el general convencimiento de que están llamadas a marcar diferencias.
La infantilización del draft ha hecho de estos jugadores piezas más difíciles de encontrar, pero siguen apareciendo con cierta frecuencia. El ejemplo más claro y nítido es LeBron James.Desgraciadamente, este draft no parece disfrutar de ningún ejemplar de un calibre remotamente similar. Ningún jugador en concreto apunta a jugador franquicia, aunque por supuesto, nunca se puede descartar que con el tiempo no emerja alguno.
Todos los ojos puestos en Sergio Rodríguez
Lógicamente desde España la atención se centra en la última perla de nuestra productiva cantera, Sergio Rodríguez.Sergio todavía echa de menos un punto de madurez, y viene de una temporada tremendamente irregular, finalizada, eso sí, a gran nivel. Sin embargo, atesora un talento de tal dimensión, prácticamente sin parangón en este draft, que le convierten en un jugador muy atractivo para cualquier equipo con un mínimo de sentido del riesgo y vocación ofensiva. Hablamos de, fácilmente, el base con mayor potencial de entre los elegibles.El canario ha hecho los deberes con varios entrenamientos privados, trabajando para los Suns, Bulls, Celtics, Lakers, Grizzlies, Kings y Cavaliers. Excepto los Celtics, que eligen en el puesto número 7, el resto de los equipos se mueven entre el puesto 16 de los Bulls y la 27 de los Suns, definiendo con precisión el rango más probable en el que acabará elegido Sergio, aunque el previsible baile de traspasos pueda alterar las cuentas.
Incertidumbre sin precedentes
La falta de proyectos referenciales en este draft ha traído como consecuencia una enorme incertidumbre en los puestos de cabeza. Es difícil recordar una edición del draft tan complicada de pronosticar como la que nos ocupa. Normalmente, varias de las primeras elecciones se convierten en vox populi con semanas e incluso meses de antelación. Este año no hay certezas ni consenso, y el constante rumor de traspasos de elecciones altas multiplica las posibles combinaciones.Hasta cuatro jugadores son considerados serios candidatos a encabezar la lista de elegidos en la noche del 28 de Junio: Andrea Bargnani, Adam Morrison, LaMarcus Aldridge (favorito de última hora, una cabeza por delante del resto de rivales) y Tyrus Thomas.
El italiano Bargnani podría convertirse en el primer jugador europeo en ser elegido en el número uno del draft si así lo considera Bryan Colangelo, el manager general de los Toronto Raptors. Más allá de que haya aterrizado en el equipo el ya ex-manager de la Benetton Treviso Maurizio Gherardini como su principal ayudante, lo cierto es que el arquitecto de los actuales Phoenix Suns parece tener debilidad por las posibilidades del ala-pívot trevisano.No es para menos. Con sus 2,13 de altura, gran planta física, sorprendente rapidez y gran coordinación, Bargnani hace cosas sobre la pista de baloncesto que se suponen vedadas para el grueso de los jugadores de su estatura. Excelente tirador, impresiona la velocidad con la que ataca a sus rivales tras poner el balón en el suelo, además de mostrar potencial como jugador al poste.
Aunque no cotiza tan alto en la mayoría de las franquicias, seguramente más escépticas sobre su adaptación al muy físico juego de la NBA, todo apunta a que Andrea oirá su nombre entre los diez primeros pronunciados por David Stern, especialmente tras su brillante actuación en las finales de la Lega.En contraste con el cariz más arriesgado que representa la elección del italiano, Adam Morrison promete creíblemente ser un muy buen anotador en la NBA, y de hecho parece encabezar las preferencias de gran parte de los que toman decisiones.Impresionante tirador, el ex de Gonzaga es un jugador inteligente y con carácter que muestra una tremenda habilidad para buscarse sus puntos, como así demostró liderando en anotación la NCAA este año, además de un carismático líder que encarna le enésima esperanza blanca de los estadounidenses, huérfanos de una figura referencial W.A.S.P. desde Larry Bird (el perfil de otro Zag como John Stockton nunca dio para reverencias de similar dimensión).
Así todo, la limitada capacidad atlética de este alero de 2,02, unida a su discreta defensa, plantean algunas dudas respecto a su verdadero potencial como gran estrella profesional.A los Raptors les vendría bien una referencia anotadora en las alas como Morrison, pero sus opciones como número uno del draft incluso aumentarían si esa elección cambiase de manos en algún traspaso. De cualquier manera, se espera que no baje de la cuarta posición donde elige Portland. Los Blazers parecen ser uno de los equipos más interesados en Morrison, quien supone el vehículo perfecto para la reconciliación de la franquicia de Oregon con sus aficionados toda vez que éste se ha convertido en un ídolo en la zona noroeste del país.
También los Charlotte Bobcats, que en su corta andadura se han labrado una reputación de elegir a universitarios de probada categoría (caso de Okafor, Felton o May), parecen tener a Morrison entre sus principales preferencias con su número tres.A simple vista, la elección más lógica para Toronto quizás fuera LaMarcus Aldridge, que además en las últimas horas ha tomado fuerza. Como media NBA, los Raptors buscan un center que apuntale su juego interior. Aldridge es un jugador que puede cumplir con el perfil toda vez que gane algo de cuerpo, ya que es un jugador alto y ciertamente atlético con un juego al poste y de media distancia muy efectivo. También tendría mucho sentido su aterrizaje en Chicago en el segundo puesto, ya que la franquicia de Illinois adolece de anotación interior.
Tyrus Thomas se presenta como la alternativa menos probable en estos momentos para encabezar el draft. Este portento físico que apenas supera los dos metros de altura pero que tiene unos tobillos prodigiosos para despegar del suelo, todavía tiene por delante un incierto proceso de maduración que le haga trascender de atleta a jugador de baloncesto. Tanto los Bulls en el número dos, como los Trailblazers en el cuatro o los Hawks en el cinco necesitan ayuda en la pintura y podrían considerar su elección.
Alumnos aventajados
Entre toda esta incertidumbre, parece haber emergido un grupo de ocho jugadores que probablemente acaben entre las diez primeras posiciones en el draft. Además de los cuatro candidatos al primer puesto ya reseñados, otros cuatro jugadores completan esta avanzadilla del grupo de elegibles. Rudy Gay partía a principios de temporada como uno de los claros candidatos a número uno, pero su cuestionable entrega y agresividad vistiendo la camiseta de Connecticut parece haberle dejado fuera de la carrera por el primer premio. De todas formas, se trata de un alero muy alto, de impresionante capacidad atlética, y con una muy estética y efectiva suspensión de media y larga distancia.
Está brillando en los entrenamientos privados (tiene las condiciones idóneas para ello) y su techo posiblemente se encuentra en el número tres que disfrutan los Charlotte Bobcats. Muchos menos interrogantes produce Brandon Roy, quizás el jugador que más admiración despierta en este draft. Escolta completísimo y todo inteligencia, es un verdadero lujo disfrutarle en acción, y un seguro para cualquier equipo que elija. De nuevo los Bobcats parecer ser su techo en el draft con el número tres.
El gran beneficiado por el título de los Miami Heat puede ser Randy Foye, el jugador más comparado con el flamante MVP de las finales Dwyane Wade. Algo más bajo que el escolta de los Heat, Foye comparte una similar vocación anotadora materializada a través un juego agresivo atacando la canasta rival, así como una cierta indefinición posicional en el backcourt. Buen tirador, decente pasador, sólido defensor, carácter ganador, se espera que Foye oiga su nombre en la parte baja de este top-10.
Cierra el grupo el Blue Devil Shelden Williams, una muralla defensiva en la pintura. No es un jugador excesivamente alto, moviéndose alrededor de los 2,04, pero disfruta de una envergadura y fortaleza sobresalientes. Ofensivamente es mucho más limitado, pero puede anotar en el poste bajo. Ha circulado un rumor de que los Atlanta Hawks le habrían prometido su elección en el quinto puesto, pero no parece un escenario demasiado creíble toda vez que estará disponible en esa posición con casi total seguridad.
La herencia de Dwyane Wade
No solamente Randy Foye se beneficia de los éxitos de Wade. Las últimas tendencias arbitrales que no permiten usar las manos sobre el rival, además de facilitar el juego del hombre de los Heat, abre un filón para toda una serie de guards quizás no dotados de la altura que los equipos NBA buscan para sus escoltas, pero que disfrutan de gran capacidad atlética y viven de atacar a sus rivales, más allá de que también puedan disponer de un buen tiro a canasta.
Aparte del propio Foye, jugadores como Shannon Brown, Quincy Douby, Guillermo Diaz o Daniel Gibson podrían verse favorecidos por esta circunstancia. Lo cual viene, además, a alimentar un draft en el que se perfila la posición de escolta como las más prolífica.
No queremos niños
La buena suerte de Toronto en la lotería viene paradójicamente acompañada de notables dosis de mala fortuna. Además de la apriorística ausencia de hombres franquicia entre los jugadores elegibles, los Raptors han tropezado (más bien se han dado de bruces) con la puesta en vigor del límite de edad que impide a los chicos de instituto, así como a los jugadores internacionales en edad junior, declararse para el draft.
Esta circunstancia ha puesto a la enorme promesa Greg Oden, el hombre llamado a reinar bajo los tableros en años venideros, fuera de su alcance. Este portento físico (es un fortísimo siete pies de gran envergadura y capacidad atlética) encarna el sueño dorado de todo ejecutivo NBA, y hubiera sido la pareja de baile perfecta para Chris Bosh in la pintura del equipo canadiense.
Oden no viene solo; encabeza una muy buena generación de jugadores de instituto que la NCAA, muy necesitada de material estelar, recibirá con los brazos abiertos la próxima temporada, y que incluye talentos como Thaddeus Young o Kevin Durant.El nombre de estos jugadores sonará en futuras ediciones del draft, pero mientras tanto, el año 2006 se ha quedado cojo atrapado en medio del cambio normativo: de un lado no puede optar a los chicos que completan su ciclo de instituto este curso, pero tampoco a aquellos que se declararon elegibles en drafts previos amparados en el anterior convenio, lo cual alimenta la debilidad de esta edición.
El principal beneficiado de todo ello será, esperemos, el propio baloncesto. La NBA no necesita más niños con escasa formación en sus canchas. Un simple año de experiencia universitaria puede aportar una valiosa dosis de madurez que cualquier jugador, por bueno que sea, debería aprovechar.
Sabor internacional
Como viene siendo habitual en los últimos años, el draft de la NBA también apunta fuera de las fronteras norteamericanas, y a buen seguro que disparará numerosas veces a lo largo de sus dos rondas. Andrea Bargnani es el nombre estelar en esta edición, recuperando la figura del proyecto internacional de altos vuelos que antes encarnaron los Dirk Nowitzki, Pau Gasol o Yao Ming. Afortunadamente, el italiano ha sabido esperar para declararse elegible hasta haber alcanzado una cierta madurez como jugador en Europa, demarcándose de la peligrosa tendencia que ha venido empujando a numerosas y jovencísimas promesas a iniciar su particular aventura americana sin la adecuada preparación, caso de Nokoloz Tskitishvili, Andris Biedrins, Ersan Ilyasova, Martynas Andriuskevicius o Yaroslav Korolev, poniendo en peligro su formación como jugadores de baloncesto.
De cualquier manera, Bargnani no será el único internacional elegido en primera ronda. Ya hemos mencionado a un Sergio Rodríguez cuyo talento le hará acreedor de un puesto entre los 30 primeros.Y si Sergio encarna el riesgo del jugador genial, Thabo Sefolosha se muestra como una garantía de solvencia. Suizo de raíces sudafricanas y pedigrí artístico (pintora su madre, músico su padre), viene de completar una excelente campaña en la Lega italiana con el Angelico Biella, y disfruta de un perfil perfectamente adaptable a liga norteamericana. Escolta de 1,96 de altura, gran envergadura, muy atlético, gran manejador de balón y penetrador, buen pasador, mejorando en el tiro a canasta, excelente defensor, incluso buen reboteador, Sefolosha es un jugador de clase y mucha inteligencia, pero también trabajador.
Una apuesta bastante segura. Con muchas posibilidades de entrar en primera ronda también tenemos al senegalés Saer Sene, un increíble espécimen de enorme altura y envergadura, con un terrorífico potencial defensivo y reboteador, pero todavía en pañales a la hora de jugar con el balón. Su contrapunto lo marca Oleksiy Pecherov, un talentoso y versátil ala-pívot ucraniano que debe ganar en fortaleza y dureza.
La sorpresa podría venir de la mano del inglés Joel Freeland, un jugador semidesconocido hasta hace pocas semanas que jugó la pasada campaña en la liga EBA, pero que está emergiendo como una posibilidad al final de la primera ronda dado el gran potencial que muestra, y lo realizable del mismo. Se trata de un ala-pívot muy rápido y coordinado, intenso, y que muestra algunas interesantes habilidades, particularmente en el tiro.
Para equipos buscando inversiones a largo plazo.De todas maneras, lo más probable es que le veamos en segunda ronda, acompañando al alero alto brasileño Marcus Vinicios “Marquinhos” (no confundir con el ala-pívot del Valls) y al base israelí Yotam Halperin, un jugador todo clase. Otras posibilidades realistas, aunque no seguras, en segunda ronda son dos ala-pívot tiradores como el croata Damir Markota y el bielorruso Vladimir Veremeenko, así como el alero alto israelí Lior Eliyahu, el atlético y alocado escolta ruso Viktor Keirou, o el blando pero talentoso pívot serbio Kosta Perovic.
Luis Fernández
Director de Scouting Internacional en Draftexpress.com
Nelson Quiroz-Rojas
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