BASQUETBOL NACIONAL E INTERNACIONAL

Nelson Quiroz-Rojas PERIODISTA: Canal Quintavision y Radio Valparaiso

viernes, julio 13, 2007

Kobe Bryant: "Es duro escuchar que te llamen egoísta"


Una entrevista de Jeramie McPeek


Han pasado ya más de 10 años desde que un precoz adolescente debutó en la NBA. Tres títulos, un partido con 81 puntos y una década después, Kobe Bryant reflexiona en las páginas de la Revista Oficial de la NBA del mes de junio sobre su pasado, su presente y su futuro.

La sola mención de su nombre genera por sí sola una opinión. Es un gran jugador pero muy individualista. Es un buen jugador de equipo. Una ganará nada importante sin un buen pívot junto a él. Ha liderado a unos sorprendentes Lakers a los Playoffs y quizá algún día lleguen más lejos. Es muy egoísta. Se trata del jugador más generoso de la Liga. Phil Jackson y Kobe no pueden ni verse. Phil Jackson y Kobe tienen la mejor relación jugador-entrenador de la NBA.

La lista de opiniones puede ser inmensa, y sólo hay una cosa clara: Kobe Bryant es el generador de todas ellas. Y le gusta ese papel.

Esta ha sido una temporada con altibajos para los Lakers. Ha habido momentos en los que habéis jugado muy bien, y otros en los que el rendimiento ha sido bajo. ¿Es duro para ti estar en un equipo tan irregular?
Bueno, en realidad es un reto en términos de estar buscando siempre lo que necesitamos para alcanzar el siguiente nivel. Hemos tenido un año plagado de lesiones. Tres de nuestros titulares se han perdido partidos, así como algunos de los suplentes más importantes. Como consecuencia, hemos tenido como titulares a jóvenes que no estaban acostumbrados a nuestros sistemas de juego. Eso significa que también nos hemos enriquecido al no poder jugar con esos sistemas y tener que hacerlo de otra forma. Aunque ha sido duro a veces, hemos logrado una experiencia que puede servirnos de mucho más adelante.

Después de que el éxito te llegara muy pronto con tres títulos de la NBA y siendo candidato al título casi cada año, ¡resulta complicado jugar para un equipo considerado del montón?
Es complicado y a veces un poco frustrante. Por eso digo que es un reto. Yo estoy acostumbrado a estos sistemas porque llevo mucho tiempo aquí, pero los que entran nuevos tienen que aprenderlos. Hay que tener paciencia, pero estoy tranquilo porque veo a la gente trabajar muy duro. Y como líder de este equipo yo tengo que ser paciente y ayudarles en todo lo que necesiten.

¿Cómo te afecta esta frustración fuera de la cancha? Tras una derrota, ¿te cuesta dormir por las noches o eres capaz de olvidarlas pronto?
Cuando estoy con mi familia, se olvidan rápidamente, porque te llenan y hacen que todo sea mejor. Ellos son los que realmente me animan especialmente en momentos decepcionantes. Tras una derrota, nada mejor que terapia junto a tu familia. Ellos hacen que encares el entrenamiento del día siguiente en paz y con mucho optimismo, para preparar y afrontar el siguiente partido.

En estos tres últimos años, ¿has echado la vista atrás, recordando los años de los títulos? ¿Echas de menos esos momentos, ahora que las cosas no van tan bien en ese sentido?
No, no especialmente. Aprecio esos momentos como lo he hecho siempre, no ahora más porque estén más lejos. Lo que he aprendido es a apreciar más las pequeñas cosas que aprendo y que puedo transmitir a los jóvenes que llegan. En mis primeros cinco años en la Liga se me escaparon muchas cosas que ahora he aprendido a captar. Supongo que eso es la experiencia, que es lo que más se acumula a lo largo de los años.

Se ha escrito mucho esta temporada sobre el ‘nuevo y mejorado Kobe Bryant’. ¿Estás de acuerdo con esa idea? ¿Te sientes realmente así, nuevo y mejorado?
Creo que mi rol ha cambiado en estos últimos dos o tres años. He desarrollado más mis cualidades como líder de este equipo y creo que la gente ha empezado a reconocer y entender más mi juego que en el pasado. He mejorado mucho en cuanto a saber conceder más importancia a determinadas personas en mi vida y en el desarrollo de mi propia personalidad.

Antes de esta entrevista, pudimos hablar con alguno de tus compañeros y todos ellos coincidieron en que eres mucho mejor compañero este año. Todos dicen que han recibido excelentes consejos por tu parte para mejorar. ¿Cuál es tu opinión?
Cuando tratas de construir un equipo de alto nivel, es importante saber motivar a los compañeros. Saber dirigirles y guiarles. Pero también es importante saber cuándo tienes que estar a su lado y cuándo tienes que dejarles que actúen solos. Un líder tiene éxito o fracasa con la progresión o no de sus compañeros. Las victorias llegarán después.

¿En quién podría decirse que te inspiras a la hora de aprender tu papel de líder?
Como he crecido jugando bajo los sistemas de Phil, he adoptado muchas de sus filosofías en términos de liderazgo. Mi personalidad es menos tranquila que la de él, pero la clave es saber encontrar el equilibrio. Pero también he sido un estudioso del basket durante años, por eso conozco muy bien a Magic Jonson, Michael Jordan y Larry Bird. He tratado de aprender de todos ellos.

No hace mucho, tú y Michael Jordan estuvisteis hablando sobre liderazgo ¿es correcto?
Sí. Hablamos de que, cuando él empezaba, se encontró con algunas de las etiquetas que me han puesto a í, es decir, la de jugador egoísta o la de anotador incapaz de llevar a un equipo a u campeonato o simplemente hacer mejores a sus compañeros. Así que hablamos de eso y de cómo lidiar con ese reto de tratar de mejorar el rendimiento de tus compañeros.

¿Es muy duro escuchar a gente que te califica como ‘egoísta’?
Duelo, desde luego. Y duele sobre todo porque creo que es falta de conocimiento de esa gente. Yo siempre trato de ganar porque creo que es lo más importante y lo que la gente me pide. Así que cuando un partido no está saliendo bien en términos colectivos, mis propios compañeros son los que me dicen “necesitamos que te cargues el equipo en tus hombros esta noche. Necesitamos que hagas todo el trabajo”, y eso es básicamente lo que intento hacer.

¿Es difícil abstraerse de esas críticas y de esas acusaciones?
No demasiado. Cuando se acerca un partido, el nivel de concentración es tal que apenas hay nada que pueda descentrarme. Además, muchas veces utilizo la energía que alimentan esas críticas para duplicar mi motivación y tratar de sacar lo mejor de mis compañeros. No las uso como motivación personal para tratar de demostrar nada a nadie, ni las utilizo para lograr 50 ó 60 puntos en una noche. Las uso como herramienta de motivación colectiva y mejorar así al equipo.

La otra vertiente es la que te califica como el mejor jugador de la NBA en la actualidad. Por ejemplo, hace poco fue lo que dijo de ti Carmelo Anthony. ¿Qué significa para ti escuchar esas cosas? ¿Estás de acuerdo con ellas?
Lo tomo como un cumplido impresionante porque nadie te conoce mejor que sus rivales y compañeros. Cuando obtienes el respecto de tus colegas es cuando realmente sabes que estás haciendo las cosas bien. Y eso es realmente lo que he buscado toda mi carrera, ganarme el respeto de la NBA.

¿Al final el día te preguntas si lo que has hecho habrá sido del gusto de tus colegas, los aficionados o la prensa?
Si, me preocupa eso más ahora que hace unos años. Me preocupa, por ejemplo, que aunque no te guste, te hayas preocupado por conocerme. En el pasado apenas daba una oportunidad a la gente para que conocieran al verdadero Kobe Bryant, al que juega al baloncesto y al que vive al margen del basket, por eso ahora estoy abriendo un poco las puertas para que la gente me pueda conocer más como persona y que sepan algunas de las cosas que he hecho por mi comunidad en estos últimos 11 años. Si me tienen que juzgar, que lo hagan conociendo todo lo que me rodea.

¿Consideras entonces un error el hecho de haber casi prohibido a la gente acercarse más a ti y guardar tan celosamente tu privacidad?
Creo que sí. Cuando llegué a la Liga me único objetivo era jugar al baloncesto. En el instituto sólo estaba centrado en el basket y en los libros. Cuando llegué a la NBA me encontré con un mundo de fans, periodistas, atención nacional… Traté de mantener la misma fórmula que en el instituto: preocuparme sólo del baloncesto. Y con ello, desatendí otros muchos frentes que también son muy importantes.

En estas 11 temporadas en la NBA ¿cuáles han sido los mayores cambios que ha habido en tu juego?
Creo que me he vuelto mucho más cerebral y más selectivo a la hora de atacar y de cómo hacerlo en cada momento. Cuando empiezas tu carrera, centras toda tu energía en realizar jugadas de ataque que muchas veces no tienen sentido. A medida que maduras aprendes a elegir el momento y la forma en que quieres encarar el aro.

¿Y qué hay del Kobe fuera de la cancha? ¿Cuáles son los principales cambios que ha vivido el Kobe Bryant persona?
Como en el basket, con 17 sólo quieres correr, saltar y hacer mates. Obviamente, más maduro y con familia y encima como líder de un equipo como los Lakers te hace ver la vida con otra perspectiva. Aún soy joven, pero todo eso te ayuda a madurar con mucha más rapidez.

¿En qué te ha cambiado la paternidad?
Me ha abierto un nuevo mundo o, mejor, ha ampliado el mundo en el que vivía. Todo cambia, sobre todo tu sentido de la responsabilidad. Mis hijas sacan lo mejor de mí. Ellas esperan que yo sea el mejor siempre y por eso trato de serlo.

Has hablado mucho sobre tratar de disfrutar más del baloncesto ahora. Sigues siendo joven a los 28 pero ¿sientes que la ventana se está cerrando, aunque sea muy despacio?
No, no lo creo. Me siento mejor que nunca físicamente. Tan sólo tengo 28. Me siento muy afortunado porque mi carrera comenzara tan pronto y por haber tenido la oportunidad de aprender tantas cosas. Es cierto que la luz al final del túnel es más brillante que al principio, pero creo que aún me quedan muchos años.

Desde luego 28 es una edad en la que se sigue siendo joven pero ¿cuántos años más tienes pensado jugar?
No tengo ni idea. Nunca he pensado en ello. Si estoy sano, será una decisión que tome yo, pero una lesión o varias, pueden decidirlo por mí. Nunca se sabe.

Cuando pasen los años y los Lakers tengan que retirar tu número, ¿cuál elegirás, el 8 o el 24?
Buena pregunta. Creo que me inclinaré por el 8 porque con ese número gané tres campeonatos y otras muchas cosas. Sin embargo espero complicar más esta decisión, ganando muchas más cosas con el 24.

Antes has mencionado a Phil. Ambos habéis tenido una relación de amor-odio durante años. ¿En qué estado está vuestra relación ahora?
Creo que en su mejor momento. Nos comunicamos constantemente y hablamos sobre el equipo y sobre mi papel de líder. Tenemos un diálogo muy abierto y eso deja nuestra relación en un punto casi perfecto.

¿Qué significa Phil en tu carrera?
Me ha enseñado todo lo que sé sobre el baloncesto. Él y todo su equipo técnico formado por Jim Cleamons, Frank Hamblen y Tex Winter. El responsable de la forma en la que juego hoy en día es sin duda Phil y todo su equipo de entrenadores.

Smush Parker comentó que eres más un jugador-entrenador. ¿Te sientes como la extensión de Phil en cancha?
Es lo que trato de ser. Phil y yo tratamos de conectar en cada momento del partido. Por ejemplo, si yo marco una determinada jugada, él silba y todos tenemos que saber exactamente las variaciones posibles de esa jugada. Estamos en el mismo plano y trato de ser una extensión de él en la pista.

Se ha escrito mucho, bien y mal, de la relación Kobe-Shaq. Al margen de todo, ¿echas de menos jugar con él?
No diría que le echo de menos, pero a veces si que me siento un poco nostálgico sobre aquellos tiempos y pienso en el equipo que teníamos, en particular el segundo año que llegamos a las Finales cuando todo salía a la perfección. A veces me acuerdo de la química que existía en ese equipo. Era especial.

Cuando rememoras aquellos tiempos ¿tienes algún sentimiento de decepción por la forma en la que todo terminó?
Pienso y hablo de aquellos años siempre que veo a Derek Fisher, a Rick Fox o a Robert Horry. Me encanta verles y sentir que compartimos un proyecto al que muchos aspiran y muy pocos consiguen, algo que nadie podrá quitarnos nunca. Logramos grandes cosas, incluso un récord que sólo tres equipos en la historia han logrado -un threepeat-. No, siento frustración cuando recuerdo aquellos años, siento alegría y orgullo por haber formado parte de ello y haber alcanzado ese nivel.

Parte de esa presión sobre vuestra relación se creó cuando Shaq se fue a Miami y ganó otro anillo allí. ¿Fue duro para ti verle ganar un campeonato?
No, en absoluto. Me molesta no ganar yo. La victoria de Miami fue la de otro equipo más en la Liga.

¿Crees que vas a ganar otro anillo antes de finalizar tu carrera?
Creo que al menos tendremos la oportunidad de ganarlo. La química que genera este equipo es realmente buena. Creo que vamos por buen camino y con algunos retoques en la plantilla, alcanzaremos pronto la condición de candidatos.

Hay muchos jóvenes brillando en la Liga: LeBron, Melo, Wade. ¿Crees que ahora pertenecen al club de los veteranos?
(risas). No, aún no. Soy muy amigo de todos ellos y he tratado de ayudarles en todo lo que he podido. Saben que me tienen a una llamada de teléfono para lo que sea. Me siento feliz por ellos. Para los considerados ‘veteranos’ como yo, KG o T-Mac es muy bueno que hayan llegado tan buenos jugadores a la Liga en los últimos años. Me encanta ver el desarrollo de la Liga y, como los que se fueron cuando yo llegué, mi deseo es dejar la NBA en las mejores manos posibles cuando me toque a mí marcharme.

¿Te has sentido viejo en algún momento al verles, teniendo en cuenta que llevas más de una década en la NBA?
Alguna vez quizá. La mayoría de los jugadores que entran ahora estaban en el colegio cuando yo ya jugaba en la NBA.

El año pasado flirteaste con el récord de Wilt Chamberlain de 100 puntos en un partido. Además de ti, ¿qué otro jugador consideras que puede estar a esa altura?
Hay varios jugadores que, en una buena noche, pueden alcanzar registros similares. Es una cuestión de estar en racha en el momento oportuno y en el sitio oportuno. Y que se den varias circunstancias favorables. Pero creo que hay unos cuantos que pueden conseguirlo.

¿Quién crees que es el jugador más difícil de defender hoy en día?
Bueno, eso depende mucho de lo que he dicho antes, de quién esté en racha en una determinada noche. Si un tirador está caliente, es casi imposible pararle. Por ejemplo, si Dirk Nowitzki tiene un buen día, no hay manera de frenarle. Si Michael Redd es el que está caliente, entonces él es el imparable. He seguido a estos jugadores a través de miles de bloqueos y tienes que asegurarte de estar siempre en el momento que reciben el balón. Si tienen un poco de espacio, estás muerto.

¿Estás de acuerdo con la idea de que la Liga está falta de rivalidades individuales y colectivas como en los días en la época de los duelos Magic-Bird o Bulls-Pistons?
Es posible. Hace años había equipos muy físicos con jugadores que jugaban muy fuerte. Había equipos que se veían las caras en los Playoffs un año sí y al otro también y así nacían y crecían las rivalidades. Eran otras épocas cuando rivalidades como Pistons-Bulls, Pistons-Lakers, Lakers-Celtics o Celtics-Sixers patrullaban la Liga. Pero creo que la NBA de hoy no habrá ese tipo de rivalidades.

¿Y crees que las necesita?
No harían daño. En aquellos tiempos mucha gente se enganchó a la NBA a través de esas rivalidades. Incluso yo, cuando era niño, recuerdo haber vivido esos partidos con verdadera pasión y orgullo.

La última. Ha sido toda una sorpresa veros a ti y Raja Bell conversar en la pista e incluso intercambiar alguna sonrisa.
En el baloncesto, lo mínimo que puedes exigir a un jugador es que lo de todo para hacer que gane su equipo. Y cuando un jugador hace eso, sólo te queda sentir el máximo respeto por él.

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