El CSKA de Moscú arrolla a los Clippers y emula al Winterthur FCB (94-75)
Los equipos europeos siguen sometiendo a las franquicias NBA en el NBA Europe Live Tour. Este sábado el CSKA Moscú arrolló sin contemplaciones a Los Angeles Clippers, ganando por 94-75 con un claro y constante dominio. Los moscovitas, que llegaron a superar los 20 tantos de renta, pudieron con un equipo de Playoffs NBA gracias a un sólido juego en equipo y al genio de hombres como Papaloukas, Smodis o Langdon. De este modo, el CSKA emula la gesta del Winterthur FC Barcelona, que este jueves se impuso a los Philadelphia 76ers ganando por 104-99.
Redacción, 7 Oct. 2006.- El CSKA de Moscú se une a la privilegiada lista de equipos europeos que logran imponerse a equipos NBA y con su triunfo frente a Los Angeles Clippers vuelve a demostrar que la diferencias entre baloncesto FIBA y NBA se reducen día a día. Más allá de la derrota o del hecho de llegar a ir 20 abajo en el marcador, la peor sensación que se puede llevar el seguidor de los Clippers y, en general, el aficionado a la NBA, es que era una derrota previsible.
Ya han quedado para el olvido los años en el que los equipos NBA vencían en Europa sin bajarse del autobús, y hoy en día necesitan de todo su potencial para derrotar a conjuntos que presentan un mejor juego de conjunto frente a la individual de los equipos del otro lado del océano.
El equipo angelino se presentó al partido sin apenas descanso tras haber vencido la pasada noche al Khimki por 98-91. Así pues se trataba de una lucha desigual: cansados por el esfuerzo del día anterior, sin apenas entrenar y con una guía de compromisos que apenas deja lugar a los entrenamientos, los Clippers han llegado al partido fuera del mismo. Así pues no ha sido de extrañar el dominio del equipo ruso, mucho más metido en el partido y con las ideas muy claras tanto en ataque (mucho bloqueo y juego entre pívots) como en defensa (ayudas a los hombres importantes del conjunto angelino).
Con todo, el partido comenzó según el guión previsto, con unos Clippers agresivos y un CSKA intentando frenar al efervescente base angelino, Sam Casell. Sin embargo, todo cambió con la entrada en acción de Theo Papaloukas. El genial hombre orquestra del CSKA repitió la fórmula con la que eliminó al Dream Team en las semifinales del Mundial de Japón y basando su juego en un sencillo bloqueo y continuación comenzó a poner al equipo moscovita con unas ligeras ventajas con las que acabó el primer cuarto (21-20).
Mostrándose muy superior al joven Livingston (la sombra de lo que fue la noche anterior), Papaloukas comenzó a ser el amo y señor del partido, empezó a crear juego para sus compañeros y desde el perímetro, tanto Langdon, como Pankrashov (8 puntos al descanso) martillearon a unos Clippers donde sólo Casell y, un desaprovechado Kaman, ponían resistencia. Pronto las ventajas del CSKA comenzaron a tomar cuerpo y ser significativas ante el atasco ofensivo (en tres cuartos se quedaron por debajo de los 20 puntos anotados) de unos Clippers que basaban todo su ataque en acciones individuales que se veían frenadas por la gran labor defensiva de los hombres de Ettore Mesina. Del 32 a 26 se pasó al 47 a 37 y un triple final de Pankrashov ponía la máxima diferencia justo al final de la primera pare (52-39).
La reanudación pareció dar nuevos bríos a Los Angeles Clippers con un ligero acercamiento en el marcador. Sin embargo, todo fue un espejismo y con un parcial de 10 a 2, el CSKA de Moscú alcanzó una máxima de 20 puntos (65-45). Los triples de Langdon y las individualidades de Vanterpool y Smodis dejaban contra las cuerdas a unos Clippers que no podían nada más que contemplar la superioridad del juego de conjunto europeo. Tímidamente Kaman trató de querer despertar la resistencia angelina, pero la reacción apenas cuajó y sólo consiguió que la diferencia se estancase en torno a los 15 puntos.
El último periodo comenzó con un parcial de 5 a 0 favorable a los Clippers y, por primera vez en muchos minutos, incluso se llegó a pensar que el milagro de la remontada era posible (73-62). Sin embargo, cuando Ettore Mesina vio que su equipo pasaba problemas para atacar la zona plantada por Mike Dunleavy sacó de nuevo a la pista a Papaloukas y con él griego el partido se acabó.
El último intento de remontada de los NBA fue silenciado por un inspirado Langdon, de manera que a falta de 5 minutos para el final la diferencia volvía a establecerse alrededor de los 20 puntos (87-68), una ventaja que sería definitiva y que nos deja la mayor diferencia a favor de un equipo europeo en enfrentamientos contra equipos NBA.
www.acb.com
Redacción, 7 Oct. 2006.- El CSKA de Moscú se une a la privilegiada lista de equipos europeos que logran imponerse a equipos NBA y con su triunfo frente a Los Angeles Clippers vuelve a demostrar que la diferencias entre baloncesto FIBA y NBA se reducen día a día. Más allá de la derrota o del hecho de llegar a ir 20 abajo en el marcador, la peor sensación que se puede llevar el seguidor de los Clippers y, en general, el aficionado a la NBA, es que era una derrota previsible.
Ya han quedado para el olvido los años en el que los equipos NBA vencían en Europa sin bajarse del autobús, y hoy en día necesitan de todo su potencial para derrotar a conjuntos que presentan un mejor juego de conjunto frente a la individual de los equipos del otro lado del océano.
El equipo angelino se presentó al partido sin apenas descanso tras haber vencido la pasada noche al Khimki por 98-91. Así pues se trataba de una lucha desigual: cansados por el esfuerzo del día anterior, sin apenas entrenar y con una guía de compromisos que apenas deja lugar a los entrenamientos, los Clippers han llegado al partido fuera del mismo. Así pues no ha sido de extrañar el dominio del equipo ruso, mucho más metido en el partido y con las ideas muy claras tanto en ataque (mucho bloqueo y juego entre pívots) como en defensa (ayudas a los hombres importantes del conjunto angelino).
Con todo, el partido comenzó según el guión previsto, con unos Clippers agresivos y un CSKA intentando frenar al efervescente base angelino, Sam Casell. Sin embargo, todo cambió con la entrada en acción de Theo Papaloukas. El genial hombre orquestra del CSKA repitió la fórmula con la que eliminó al Dream Team en las semifinales del Mundial de Japón y basando su juego en un sencillo bloqueo y continuación comenzó a poner al equipo moscovita con unas ligeras ventajas con las que acabó el primer cuarto (21-20).
Mostrándose muy superior al joven Livingston (la sombra de lo que fue la noche anterior), Papaloukas comenzó a ser el amo y señor del partido, empezó a crear juego para sus compañeros y desde el perímetro, tanto Langdon, como Pankrashov (8 puntos al descanso) martillearon a unos Clippers donde sólo Casell y, un desaprovechado Kaman, ponían resistencia. Pronto las ventajas del CSKA comenzaron a tomar cuerpo y ser significativas ante el atasco ofensivo (en tres cuartos se quedaron por debajo de los 20 puntos anotados) de unos Clippers que basaban todo su ataque en acciones individuales que se veían frenadas por la gran labor defensiva de los hombres de Ettore Mesina. Del 32 a 26 se pasó al 47 a 37 y un triple final de Pankrashov ponía la máxima diferencia justo al final de la primera pare (52-39).
La reanudación pareció dar nuevos bríos a Los Angeles Clippers con un ligero acercamiento en el marcador. Sin embargo, todo fue un espejismo y con un parcial de 10 a 2, el CSKA de Moscú alcanzó una máxima de 20 puntos (65-45). Los triples de Langdon y las individualidades de Vanterpool y Smodis dejaban contra las cuerdas a unos Clippers que no podían nada más que contemplar la superioridad del juego de conjunto europeo. Tímidamente Kaman trató de querer despertar la resistencia angelina, pero la reacción apenas cuajó y sólo consiguió que la diferencia se estancase en torno a los 15 puntos.
El último periodo comenzó con un parcial de 5 a 0 favorable a los Clippers y, por primera vez en muchos minutos, incluso se llegó a pensar que el milagro de la remontada era posible (73-62). Sin embargo, cuando Ettore Mesina vio que su equipo pasaba problemas para atacar la zona plantada por Mike Dunleavy sacó de nuevo a la pista a Papaloukas y con él griego el partido se acabó.
El último intento de remontada de los NBA fue silenciado por un inspirado Langdon, de manera que a falta de 5 minutos para el final la diferencia volvía a establecerse alrededor de los 20 puntos (87-68), una ventaja que sería definitiva y que nos deja la mayor diferencia a favor de un equipo europeo en enfrentamientos contra equipos NBA.
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