Viña del Mar: Las claves del éxito

Hace 5 años el básquetbol viñamarino vivía una de sus crisis más profundas. Una competencia devaluada, sin participación en eliminatorias y torneos nacionales y un gimnasio maltrecho. ¿Que pasó? Los directivos de aquel entonces, en una muy acertada determinanción, decidieron dar un paso al costado y llamar a elecciones. Con la salvedad que ahora no se presentarían solo listas, sino que proyectos.

Fue así como en el año 2002, Mauricio Arancibia y la directiva de la Universidad de Aconcagua tomaron las riendas de los cestos en la ciudad jardín. Inmediatamente se dieron a la tarea de reposicionar el baloncesto viñamarino a nivel nacional. Se hicieron mejoras en el gimnasio, se realizaron diversas clínicas y cursos junto a la federación con la presencia de los seleccionadores nacionales de la época, se dotó de un moderno sistema computacional a las oficinas, se implemento el partido de las estrellas y variadas actividades para atraer a los aficionados, se televisaron los partidos para toda la quinta región, se ordeno el sistema de pases y bases de los torneos, se creo un departamento de difusión y prensa, se comenzó a preparar y participar con selecciones en eliminatorias y nacionales, se ganó la confianza y respeto por parte de las autoridades de Chiledeportes y el Municipio, y principalmente, se reencanto al público local.

Junto a esto se sumó la llegada de tres nuevos clubes. Gimnástico e Independiente provenientes del torneo porteño y solo con participación femenina, y el Liceo Pulmahue de La Ligua en ambas categorías. Más lo cuadros de Colegio Nacional y Marista de Villa Alemana, que ya competían desde hace varios años, le daban al torneo una categoría de regional.

En lo deportivo, comenzaron a venirse los logros debido a la buena organización de la directiva. Segundo lugar en el nacional juvenil damas de Cañete, participación en los nacionales de Calera (cadete damas) y Constitución (infantil damas) participación de seleccionadas chilenas en la competencia como Valentina Aragonese, Paula Franco y Lorena García, con quiénes la UAC logró el título nacional de clubes femeninos en La Serena, más la presencia de ex seleccionadas nacionales, Patricia Bermúdez, Doralisa Vásquez, Sandra Canales, Ana María Navarrete, Luisa Robledo etc.

El Club Deportivo Villa Moderna lograba otro hito para los cestos locales, como el primer título de un equipo de la ciudad jardín en la competencia oficial de la Asociación de Básquetbol de Valparaíso y participaciones en la Liga Central. Ha esto hay que sumarle los logros de la universidades de la zona en nacionales universitarios femeninos con equipos formados en un 90% con jugadoras viñamarinas.

De esta manera el baloncesto en Viña, fue creciendo y alcanzando un gran nivel en damas y subiendo poco a poco en varones. La directiva que regiría por dos años (2002-2003), le fue extendido su proceso por dos años más (2004-2005) en votación que se cerró con un categórico 12 a 1 a favor.

Cierre de lujo:
La realización de los 4 nacionales cerró cuatro años de ardúo trabajo por el básquetbol de Viña del Mar. Competencia que por años tuvo muy buen nivel, pero que en la última década solo aparecía con campeonatos femeninos de Semana Santa, fiestas patrias o con la ex Linbaf.


En damas se quizó demostar que la ciudad jardín es potencia y los resultados lo avalan (campeonas en el infantil y 2° en el juvenil). Mientras que en varones se les dio la opurtunidad a los jugadores locales de jugar al más alto nivel, ya que no lo hacían desde hace 10 años. Los infantiles y juveniles demotraron que con una competencia de mayor nivel y exigencia pueden pararse de igual a igual ante cualquiera.

En la infraestructura: Se le otorgó mediante proyectos del Fondevedeportivo, nuevas luminarias, nuevo tablero electrónico y reloj de los 24 segundos. Anteriormente se hab{ian financiado la construcción de tres amplios y nuevos camarines, arreglo de los baños y del piso de la cancha principal.

¿Que faltó?
Por cierto que en cuatro años de labor, siempre han de existir muchos aspectos que no se cumplieron total o parcialmente. La presencia de 12 clubes, la mayoría de ellos con damas y varones, en menores y adultos, una de las más altas a nivel nacional, hace muy compleja la organización de las compentencias, ya que anualmente la cantidad de partidos que se juegan es altísima. Pero al mismo tiempo es un enorme potencial de jugadores con proyección que se pueden rescatar. Ahi entra a tallar la labor de los directores técnicos, quizás los que más en deuda quedaron con el baloncesto local, pero que con la experiencia de los nacionales sabrán explotar todas las virtudes y potencialidades que mostraron sus jugadores y que por diversos motivos ellos no pudieron o no supieron sacar a flote.

La implementación de una competencia fuerte y prolongada en MiniBasket, la que no se pudo llevar a cabo por la escasez de recintos para programar la gran cantidad de partidos. Esto sin duda, que fortalecerá aún más el número de jugadores que se integrarán a los clubes viñamarinos y los preparará desde niños para las competencias venideras.

Nelson Quiroz-Rojas
Prensa
ABVM